Lorena Cotanda

Amor a uno mismo 

La relación más importante que tenemos es la que tenemos con nosotros mismos, todas las demás relaciones derivan de ella.
Lo que damos es lo que recibimos, según nos tratemos a nosotros mismos así nos trataran los demás, según sea el concepto que tengamos de nosotros
mismos así será lo que proyectemos a los demás. Lo que pensamos sobre nosotros mismos nos hace actuar de una manera determinada, es como
nuestra carta de presentación.

Es esencial para sentirnos amados por los demás, empezar por el amor a uno mismo. Si queremos que los demás nos respeten, nosotros tenemos que
respetarnos, si queremos que nos reconozcan los demás, debemos reconocernos a nosotros mismos, si queremos que confíen en nosotros
debemos ser primero nosotros los que confiemos en nuestras capacidades.

Por la ley de atracción, si nuestro grado de autoestima es elevado atraemos a nuestra experiencia de vida a personas que se aman y se respetan y viceversa.

El propósito indiscutible que todo ser tenemos es dar y recibir amor, por eso hay que tener en cuenta que no podemos dar lo que no tenemos. Igualmente, no podemos recibir un amor real y sano si este no está ya dentro de nosotros. Y lo podemos ver en un ejemplo: personas que atraen a su vida parejas que no las respetan o no las valoran. Esto ocurre porque la persona siente que no merece, no se valora ni se respeta a si misma pues de lo contrario no toleraría de los demás ni un ápice de este comportamiento y se alejaría.

Es común que esta falta de amor a uno mismo pueda derivar en relaciones insatisfactorias y toleremos conductas de desprecio en los demás, la realidad
es que todo esto es un reflejo de cómo nos tratamos nosotros.

Es importante sanar la relación con nuestros padres y nuestra niñez, para poder ver que patrones o creencias nos están impidiendo no tener esa relación de amor con nosotros mismos. Pero al final, lo importante es tener muy presente que, hoy por hoy, tenemos el control y la responsabilidad sobre
nuestras vidas. Somos libres y tenemos recursos ilimitados para crear la vida que deseamos, ser una mejor versión de nosotros mismos y desarrollar ese
amor, respeto y aceptación incondicional hacia nosotros a pesar de las circunstancias que hemos vivido.

El amor a uno mismo no es egoísmo, es amor propio. Pues el egoísta carece de empatía, no considera los sentimientos de los demás. Los egoístas no son
capaces de amar a los demás por lo tanto no se aman a sí mismos. Solo sienten que deben protegerse de los demás. Es importante buscar para entender el origen de nuestra falta de amor y confianza, por ejemplo podemos preguntarnos ¿Por qué?

¿Por qué me da miedo ir a la entrevista de trabajo? Porque no me van a coger. ¿Por qué creo que no me van a coger? Porque no soy competente. ¿Por qué creo que no soy competente? Porque de pequeño suspendía mucho y me decían que nunca iba a conseguir nada laboralmente hablando. Las etiquetas que nos ponen cuando somos pequeños y jóvenes condicionan nuestra percepción de valía

Formas de amarnos a nosotros mismos
1º Autocuidados y mimos
– Dedicarnos atención y cariño, darnos baños relajantes, masajes, vestirnos con las mejores ropas, regalarnos. Decorar nuestra casa para que sea un lugar
agradable y acogedor. Cuidar el cuerpo con el ejercicio que más te guste, consumir alimentos saludables y que suban el estado de ánimo. Respetar nuestro descanso. Sentirnos merecedores de todos estos auto mimos.
– Permitirnos trabajar en lo que de verdad nos gusta para poder reconocernos y amarnos a través de nuestra labor. Que el dinero y la abundancia llegue a
nuestra vida como fruto del amor a nosotros mismos.
– Hacer el ejercicio que más nos guste de forma moderada, con solo 30 minutos al día es suficiente para liberar endorfinas.

2ºAceptación
– Aceptarnos de manera incondicional, con nuestras virtudes y nuestras sombras. Dejar de exigirnos demasiado. Eliminar de nuestro vocabulario los debes de…, tienes que…

Deja de hablarte con dureza y con critica

-Aceptar que cada caída cada contratiempo es una fuente de aprendizaje y nos hace más fuertes, nunca nada es un fracaso! Somos seres humanos en continua experimentación.

3º Hablarnos con amor
– Somos auténticos auto maltratadores, nos hablamos con desprecio, nos criticamos, nos insultamos. ¿Cómo le hablaríamos a un ser querido cuando tiene un problema? Pues ese dialogo debería ser el mismo hacia nosotros, con amor, con comprensión con cariño, amable y reconfortante. El dialogo interno es fundamental para una buena autoestima. Puedes jugar a pillarte cuando estés hablándote de manera disfuncional, ponerle nombres divertidos y cómicos a cada uno de tus personajes saboteadores, por ejemplo: ya estoy en modo Bridget Jones, ya está hablando Pepito Grillo, el pupas… esto nos hace salirnos del pensamiento, desidentificarnos y evitar que nos secuestre, nos convertimos en meros observadores del pensamiento.
-Hablarnos con amor también es mirarnos al espejo y reconocernos, recordarnos lo que valemos, todas nuestras virtudes, nuestra belleza. Felicitarnos por nuestros logros. Recuerda que no tiene nada que ver con la vanidad, es amor propio.
-Permitirnos ser reconocidos por los demás, agradecer con alegría sus elogios. Nunca desmerecernos ni hacernos de menos. Siempre responder con un ¡gracias!

4º Gratitud
-Agradecer todo lo que somos y tenemos. Agradecer por nuestra casa, por nuestra comida, por disfrutar de nuestros seres queridos, por nuestras mascotas. Incluso ser capaces de agradecer las desavenencias que hemos tenido en la vida pues nos han hecho más fuertes y sabios.

Practicar la gratitud es un ejercicio súper potente, pues nos hace salir de ese piloto automático de negatividad, de ese automatismo catastrofista que nos caracteriza a los seres humanos, para conectarnos con todo lo bueno que nos ofrece la vida, nos recuerda lo afortunados que somos. La gratitud disuelve los sentimientos de miedo y angustia pues son incompatibles. A nivel fisiológico favorece los neurotransmisores del estado de ánimo como la serotonina y la dopamina.
¡Comienza a incluir gracias en tu vocabulario habitual!

5ª Sentirnos bien diciendo NO
-Saber vivir en coherencia con lo que Hacemos-decimos-sentimos. Muchas veces pensamos o sentimos algo determinado, pero terminamos haciendo algo diferente a esto. Puede ser por complacer al otro, por no crear conflicto o para adaptarnos a los formalismos sociales. Por ejemplo, cuando no estoy de acuerdo con alguna tarea de mi trabajo, me siento mal haciéndola, pero no digo nada porque tengo que aguantar. Debemos saber decir no sin sentirnos culpables, dejar de hacer lo que se espera de nosotros y escuchar más lo que necesitamos. Ahí reside el verdadero amor propio.
-Igualmente es importante poner límites, poner freno a situaciones que no nos hacen sentir bien, a personas abusivas o a comentarios desafortunados. No quedarnos callados, exponer nuestro punto de vista, nuestro descontento o nuestra necesidad siempre con un lenguaje y actitud respetuosos.

6º Permitete cometer errores
Oscar Wilde dijo “la experiencia es el nombre que todos le dan a sus errores” exacto! Estropear las cosas es parte crucial del aprendizaje sobre nosotros mismos y la vida. Cuando nos equivocamos permitimos a nuestra mente reorganizarse y crear nuevas redes neuronales de aprendizaje, que no podrían darse de otra manera, por esta razón los errores son nuestra fuente de aprendizaje más potente.

Está demostrado que el hecho de enfrentarte a tus miedos, independientemente del resultado aumenta la confianza, sin embargo, evitar las circunstancias aumenta la sensación de incapacidad. Así que inténtalo sin expectativas, suelta el miedo al fracaso!

7º Perdonate y perdona
-El poder que tiene el perdón es enorme, es el único camino hacia el bienestar y la paz, es la única manera de deshacernos de emociones como el rencor o la ira. ¿Cómo conseguimos perdonar? Entendiendo que la persona que nos hirió actúa desde sus carencias, sus aprendizajes erróneos y su falta de amor. Si somos capaces de ver las mochilas de los demás, conseguiremos no tomárnoslo como algo personal y seremos capaces de ver al otro con compasión. Esto igualmente lleva su proceso y su tiempo, también debemos respetarnos cuando nos cuesta perdonar.
– Igualmente de importante es saber perdonarnos a nosotros mismos y hablarnos con compasión pues como hemos mencionado somos automaltratadores.

8º Escucha a tu ser esencial e ignora a tu mente
– Estamos acostumbrados a escuchar la voz saboteadora de nuestra mente, esa que está llena de miedo, de no puedes, no vales. Esta parte nuestra intenta protegernos de daños, pero realmente lo que está haciendo es limitarnos. Por eso es importante saber escuchar más a nuestra esencia, a esa voz que nos habla de nuestras pasiones, de nuestros anhelos, esa parte de nosotros que es consciente de todas nuestras virtudes. Esa parte más sensitiva de nosotros donde también esta nuestra intuición.

9º Recupera tu niño interior
-Todos llevamos dentro a nuestro niñx, ese niñx se perdió en la transición a la adultez, todo nuestro ser puro, nuestro entusiasmo, nuestra vitalidad, inocencia, la pasión por las pequeñas cosas. Las demandas del adulto, trabajo, horarios, responsabilidades coartaron todas esas ganas de jugar y reír y nos hace ser seres correctos y poco auténticos por el miedo al qué dirán. Ahora es momento de reconectar con ese pequeño que está deseando salir. ¡Ríe, baila,
descubre y juega! ¡Saca tu ser esencial! ¡Fuera prejuicios!

10º Suelta el control
La mente en sus intentos por protegernos siempre intenta tener el control de toda situación, sentir que tiene un plan para cada escenario. Organiza, planifica, anticipa… pero siento decirte que no controlamos nada, la sensación de control es falsa, pues la vida es azarosa y las reacciones de los demás y del entorno son impredecibles.¿Cuantas veces has hecho planes, has tenido expectativas y nada se corresponde después con tu idea? El resultado es que te enfadas y te frustras. Por eso es tan importante soltar el control y las expectativas, cultivar una mente flexible que se adapte a cada situación, aceptar las circunstancias como vienen sin resistirnos.

Puedes empezar por no enfadarte cuando alguien te cambia un plan, verlo como una oportunidad para invertir ese tiempo en una actividad que te motive.

11º Permítete…
Tener días malos, sentir emociones negativas, sentirnos iracundos, descontentos o malhumorados. Somos humanos con emociones y cambios hormonales ¡No somos robots! No tiene sentido estar en lucha con nuestras emociones o querer sentir algo diferente, permítete sentirlas, dales su espacio pues todas las emociones cumplen una función en nuestro organismo. Di si! A cualquier emoción, no te pelees con ella, obsérvala con curiosidad y sin juicio, siéntela, así paradójicamente deja de secuestrarnos y aprendemos a sostenerla mejor.

12ª ¡Saca pecho!
¿Sabías que tu lenguaje corporal influye en tu estado de ánimo? Cuando estamos decaídos lo expresamos inclinando el cuerpo y esto a su vez aumenta este estado de ánimo, se retroalimenta. Así que intenta utilizar una postura erguida y expansiva cuando te encuentres triste o abatido. A este tipo de poses, cabeza elevada, hombros hacia atrás y manos apoyadas en las caderas, se les llama posturas de poder y se ha demostrado que mantenerlas solo por 2 minutos ya es suficiente para aumentar tu confianza y sentirte más seguro de ti mismo.

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